jueves, 20 de diciembre de 2007

Charlotte Church - O Come All Ye Faithful



"O COME, ALL YE FAITHFUL" es probablemente una de las canciones navideñas más conocidas a nivel mundial. Su versión original está escrita en latín, titulada "Adeste Fideles" y aunque sus orígenes se podrían rastrear hasta inicios del siglo XIII, la primera versión escrita se atribuye a John Francis Wade, un compositor de himnos religiosos en Francia, en el año 1743. Desde entonces hasta la fecha, ha sido traducida a casi todos los idiomas existentes en el planeta. No se suele interpretar en su totalidad, dado que el texto es demasiado largo y algunas estrofas podrían resultar anacrónicas en la actualidad.
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Escoger una entre cientos de canciones navideñas es difícil, pero la protagonista de la presente entrada es una versión del "O Come, All Ye Faithful" interpretada por Charlotte Church. Charlotte Church es una famosa soprano proveniente de Cardiff (Gales), dotada de una maravillosa voz y conocida como un talento precoz, dado que publicó su álbum debut, "Voice of an Angel", a los 12 años de edad. En el año 2000, a los 14 años, lanzó un álbum de Navidad, titulado "Dream a Dream", bajo la disquera Sony Classical. El álbum es una recopilación de villancicos tradicionales, pero matizados con la angelical voz de una adolescente Charlotte Church que hace de este disco uno de los mejores álbumes navideños de su género.
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Como verás, querido Visitante, esta entrada es distinta por cuando carece de preludio. Es una entrada conmemorativa por el advenimiento de la Navidad. Sólo espero que en estas Fiestas evalúes las cosas que hiciste o dejaste de hacer en el año que se va y que todo lo que sueñas se haga realidad, en mayor o menor proporción. Júntate con tu familia o con aquellas personas que hacen tu familia para ti, y dales tu mejor sonrisa. Feliz Navidad / Feliz Hanukkah / Feliz Año Nuevo para ti, de donde quiera que vengas.

martes, 18 de diciembre de 2007

Beth Gibbons & Rustin' Man - Mysteries

"La batalla sigue el estruendo diario / cada latido es un soldado despedazado / una trinchera perdida / Y cada despertar me encuentro vestido de verde y caqui / esperando el día en que esto deba acabar. / Cada día se resume en caminar sin pisar una mina / cada día se diluye en el dolor de los amigos caídos / y el deber impostergable de sonreír a pesar de estar vivos. / Cae la mortaja horrible de la noche / y levanto la mirada salpicada de estrellas / de este a oeste / y mis ojos duermen lágrimas una vez más / sabiendo que hasta el toldo de la noche / llegan las esquirlas de las granadas de esta diaria guerra por vivir.

Beth Gibbons es quizá más conocida a nivel mundial por ser la vocalista del grupo de trip-hop inglés, Portishead. No obstante, muchas personas se preguntaron si en el grupo Gibbons sólo era un instrumento más entre sintetizadores y efectos de sonido, que debería haber una voz que descubrir detrás. La respuesta a esa pregunta llegaría en el año 2002, cuando Gibbons decidió probar su desempeño como solista y se asoció a Paul Webb (del grupo inglés Talk Talk), desarrollando un concepto muy diferente. El álbum Out of Season vio la luz en el 2002, con Gibbons como voz principal y Webb (bajo el seudónimo de Rustin' Man) como co-autor y arreglista. Muchos seguidores de Portishead se sorprendieron al oír que Gibbons podía mostrar una performance vocal mucho más melódica y edulcorada.
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Out of Season es principalmente un álbum de folk con matices de jazz, en el cual Gibbons hace homenaje a figuras de finales de la década de 1960, tales como Nina Simone y Nick Drake. En efecto, la atmósfera general del disco trae de vuelta a quien lo escucha a esa época. Pero tanto la instrumentación y los arreglos corales (descritos por algunos como "bellos y espeluznantes") como la voz rasposa y dulzona de Gibbons (que recuerda por momentos a la de Edith Piaf) hacen que este álbum sea una pieza para coleccionistas; la recepción por parte de la crítica fue muy favorable (All Music Guide le dio 4/5). El corte "Mysteries" es un fiel retazo de la temática global del álbum, en el que Gibbons habla del amor/odio que tiene por la vida y del tedio que la vida le produce en general. "Mysteries" fue incluida en la banda sonora de la película francesa Les Poupées Russes (Las Muñecas Rusas) de Cédric Klapisch (2005).

lunes, 3 de diciembre de 2007

Counting Crows - Holiday in Spain

"Cuando Abril me golpeó por décimoséptima vez / a veces la vida te golpea con un reloj de fierro en la cabeza / necesité urgentemente un rostro que nunca llegó. / Una mitad de mí logró escapar por la fuerza centrífuga de la ventana vacía / volando cual gota de mercurio liberada de su deber. / Tuve días de volar y una avioneta esperándome en Long Island / con una long-lost lover entre recuerdos de alcohol. / Tuve monedas para correr y toda una vida encerrada en la ilusión / Si no me hubiese despertado / hubiese seguido volando en las alas de mi dulce y añorada perdición. / Pero ahora cada mañana sueño en blanco y negro / lo que de otra manera hubiese recordado en tecnicolor."

La escena musical alternativa de inicios de los 1990s se vio poblada de múltiples esfuerzos con los cuales intentaba expresarse la llamada Generación X. Uno de ellos fueron los Counting Crows, banda originaria de Berkeley, California (E.U.) y liderada por el pintoresco Adam Duritz. A fines de 1993, los Counting Crows rompieron en la escena rock-pop norteamericana con el single "Mr. Jones", una pegajosa y contundente melodía que rápidamente llevó a su álbum, August and Everything After, a alcanzar rápidamente las 7 millones de copias vendidas. No obstante, tras la aparente alegría y desenfado de "Mr. Jones", el August and Everything After ocultaba una atmósfera oscura y torturada, el lado oculto de Adam Duritz.
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En el año 2002, los Counting Crows lanzaron su 4º álbum de estudio, titulado Hard Candy. En este álbum, la banda alcanza quizá su cenit creativo y poético. Las letras (fundamentalmente compuestas por Duritz) merodean por territorios ya recorridos en los discos anteriores: los recuerdos, la culpa por la pérdida debida a la ignorancia, y la perversa soledad en la vida cotidiana, aunque siempre con un toque discreto de humor. El corte de la presente entrada, "Holiday in Spain", fue compuesto en su totalidad por Adam Duritz y en él refleja la temática de la soledad y la ansiedad de la vida que lleva (Duritz ha referido en entrevistas que es una persona que suele verse muy afectada por la tensión, sobre todo cuando la banda entra a grabación). Pero ante el agobio de los días obligatorios, siempre hay un escape, una salida, una persona esperando en algún lugar, una charla a medianoche, una botella de trago o un arrebato emocional libre de escrúpulos para poder recordar después. Querido Visitante, sabrás ahora por qué los Counting Crows son uno de mis grupos fundamentales...

miércoles, 31 de octubre de 2007

Fleetwood Mac - Fireflies

"Ser la última en salir / la última en irse / Arrebatada de aquéllos / que lo mantenían / Ser la última de la fila / de aquéllos que viven / la silueta de un sueño / atesorado por aquéllos / que a ella se aferran. / Casi la ruptura/ de nuestra relación de amor / El estilete corta rápido / como un latigo atravesando el aire.

Ganadores de carreras largas / ¿sobreviviremos al vuelo? / Ninguno de nosotros le corre / a la luz del fuego. / Quisiera creer / creo lo que ustedes dicen / En el drama del momento / para nosotros, no hay manera fácil / Ninguno se va / todos se quedan cerca hasta que el fuego se extinga.

Ser la última en salir / ¿Qué originó el temible divorcio en la noche? / No había competencia. / Para sobrevivir, hazlo bien / y tú crees en los cinco / Para sobrevivir a la distancia / todos luchan / todos luchan / también las luciérnagas.

A riesgo de mis sentimientos / somos soñadores en la noche / Algunos lo llaman mi pesadilla / mis cinco luciérnagas / Al igual que en un barco / ninguno de nosotros escapa." (Stevie Nicks, traducción libre de la letra).

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Quizá no exista una fuerza y un espíritu que encarne más vivamente el alma humana colectiva que se vivió en los Estados Unidos y gran parte del mundo durante la década de 1970 que la banda de rock FLEETWOOD MAC, y gran parte de ese espíritu tiene un nombre propio: STEVIE NICKS. Cuando en 1974 la banda inglesa de rock Fleetwood Mac (formada principalmente por Mick Fleetwood, John McVie y su esposa Christine McVie) solicitaron los servicios de un nuevo guitarrista, se toparon con Lindsey Buckingham, un diestro guitarrista norteamericano que gustoso aceptó entrar al grupo... con una condición: que también aceptaran a su compañera de composición y de amores, una joven rubia llamada Stevie Nicks. Allí empezó la fábula de uno de los grupos más exitosos de la historia del rock. Parte de la raíz de dicho éxito radicaba en que cada uno de los integrantes, muy distintos entre sí, ponía con una química fantástica parte de su ser en cada canción.

Para la joven Stevie, este camino fue poco más que un sueño hecho realidad: su camino con la banda comenzó cuando contaba 26 años de edad, y su ingreso al grupo fue simplemente una tormenta. Stevie Nicks es pasional y voraz cuando plasma sus sentimientos en una canción y sencillamente no tenía miedo alguno de desnudar su más íntimo ser ante todos en cada composición. Sus creaciones de esa época hablan en un lenguaje metafórico y febril de sus vivencias con el grupo (que llegó a ser un grupo de amigos irreemplazables), sus sueños y su relación amorosa con Lindsey Buckingham. No obstante, para fines de la década de 1970, la fama, la rutina y el cansancio no sólo desgastaron su relación con Buckingham, sino también la mística completa del grupo de amigos. Nicks sólo podía verse libre de tanta pena y desgarro: todas sus composiciones de esa etapa reflejan brutal pero melancólicamente su negación a terminar con el sueño.

Una de mis canciones favoritas de Fleetwood Mac (y una de las menos conocidas) es FIREFLIES, lanzada en 1980 en el álbum en concierto Fleetwood Mac - Live. Su letra es un reclamo visceral por lo perdido en el camino y su renuencia a dejar atrás todas sus queridas vivencias con el grupo. En ella, Nicks juega con la idea del fuego (como símil de la inspiración y la pasión que sentía durante los inicios del grupo) y pone a los cinco integrantes como sus "luciérnagas", por cuanto estos insectos deben mantenerse juntos forzadamente para mantener su luz viva y moverse en la oscuridad. La música también es un llanto clamoroso y sombrío, con el teclado oscuro de Christine McVie como tela de fondo para una de las canciones más fabulosas de su tiempo.

lunes, 15 de octubre de 2007

Chantal Kreviazuk - Feels Like Home

Cuando por una fuerza sísmica e invencible / mis brazos se cruzan en un negro y lento espacio vacío / intuyo que me haces falta. / El amor, lo conocí hace tiempo / cuando un día de hojas de otoño / sin querer pegaste las alas de tus labios / contra la húmeda ventana de mi miedo. / Cuando estudiabas silenciosa tus materias / yo quería ser página y ciencia / examen urgente ardiendo en tu memoria / y poder estar quieto a tu lado, dormir en tu sueño / y ser tu relojito despertador. / De repente esta nube de mariposas alrededor del farol / converge a mi ruego y se materializa en tu cuerpo / tan niebla y jardín / y deja de ser tan solo las mariposas de la ausencia. / El amor, voraz como la sal del mar / brota de tu boca y tu cuerpo vuelve a estar aquí.

CHANTAL KREVIAZUK, cantante canadiense, fue una niña prodigio en el piano, ganando concursos y recibiendo educación musical clásica tanto en piano como en canto. Al igual que muchos otros músicos de pop, quienes se desvían de su pasado musical clásico como parte de una rebelión adolescente, ella comenzó a escribir sus propias canciones de pop. Poseedora de una voz dulce y poderosa, fue contratada por la Sony Canadá a la edad de 22 años, sin haber cantado nunca en un concierto.
En 1999, interpretó una versión de una canción de Randy Newman, llamada "FEELS LIKE HOME", y fue incluida en la banda sonora del éxito televisivo DAWSON'S CREEK. "FEELS LIKE HOME" es una balada con matices country que pinta de manera muy gráfica la rendición y la devoción de una joven enamorada. Aunque desde el punto de vista literario no pasa de ser una dulce pero simple declaración amorosa, la música es un punto aparte y logra estremecer cada poro del cuerpo, en alas de cada tecla de piano en las manos de Kreviazuk. En conjunto, la melodía logra su efecto atmosférico y nos envuelve en el sentimiento de la intérprete, sentimientos de entrega, seguridad y confianza cuando la persona amada está al lado de uno. Pues, querido(a) Visitante, disfruta esta entrega con todos tus sentidos... como si fuera el último día de tu vida. Hasta pronto.

martes, 25 de septiembre de 2007

Vienna Teng - Homecoming (Walter's Song)

Su sombra recortada en la pared / se negaba a seguir al cuerpo que le dio la vida / La puerta del restorán en verde contra amarillo se abría / como la boca de un dragón alegre y desdentado ante él / Su sombra finalmente dio un paso adelante. / El amplio traje de cuervo con dos alas sobre la cabeza / no entonaba con el salón / que tantos años atrás le vio salir / y su sombra le seguía quejumbrosa / chirriando hastiada / el peso de la innoble cadena que la unía a él / Negras plumas buscaron la antigua mesa / y se aposentaron sobre el verde tapiz / mientras con el pico repasaba los recuerdos / que a prisa pasaban por la ventana. / Quién lo pensara, quién lo pensara / volver tras tantos abriles / al nido donde nací / yo que repasé a vista de pájaro / guerras y paces / vidas y muertos / fines de siglo y caídas de reinos / tormenta y destrucción / y que por tanto tiempo me dediqué al negocio del perdón / Hoy sólo vuelvo para el epílogo del soliloquio de mi vida. / De pronto, sus ojos abiertos / dos inmensas perlas negras / detuvieron su reloj un segundo inacabable / cuando una danza de plumas blancas / con el pulso vital de las mareas / y la atmósfera inconfundible de una gaviota / detenida frente a él le preguntó / Buen día, señor cura, ¿qué va a pedir? / Y la joven mesera fue la síntesis cruel / del más duro de los epílogos / y las negras plumas comenzaron a pesarle tanto / que sintió cómo se desprendían de su faz / como negras lágrimas.

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VIENNA TENG es una cantante/compositora procedente de Saratoga, California, E.U., que empezó a estudiar piano a la edad de 5 años. Tras su ingreso a la Universidad de Stanford en la carrera de Ciencias Informáticas, continuó su vena musical componiendo canciones que inicialmente distribuiría entre los alumnos del campus. Sin embargo, mientras trabajaba en Cisco Systems, fue descubierta por un productor de Virt Records y Vienna dejó su promisoria carrera en computación para siempre. Enfocada en canciones íntimas que detallan el interior de una joven mujer, la música de Vienna Teng oscila entre el folk y la balada de piano, con un equilibrio delicado y sorprendente. Salió del anonimato en el año 2002 con su álbum debut Waking Hour, pero fue en el 2004 que su producción Warm Strangers le hizo alcanzar mayor notoriedad y ser aclamada por la crítica.

WARM STRANGERS tiene tres elementos importantes que le dan relevancia como un álbum valioso en conjunto. Primero, la voz de Vienna Teng posee naturalmente un timbre suave como la seda, pero a voluntad puede brindar efectos sonoros sorprendentes, como en "Feather Moon". Segundo, la tranquilidad que el piano de Teng le otorga a la atmósfera general del disco, pero a diferencia del álbum debut, en esta producción Vienna Teng se esmera más en añadir instrumentaciones más originales y consonantes con su piano de base. Tercero, la revelación de Vienna Teng como una efectiva contadora de historias, dando luz a tramas poco menos que originales como en el caso de "Passage", en el que encarna el espíritu de una víctima de accidente automovilístico que observa a las personas amadas que lloran su partida. "HOMECOMING (WALTER'S SONG)" es sin duda la mejor balada del disco y refleja un paisaje desolado y triste en la persona de un pastor evangélico que, tras una charla con una mesera, nota el contraste violento entre la monotonía de la vida que lleva y lo que pudo haber vivido si fuera otra persona. Vienna Teng es efectiva en crear una historia verosímil envuelta en una atmósfera musical apropiada, a fin de dejarnos colgados en un extraño limbo entre la realidad y el sueño.


(Fuente: Aaron Latham, All Music Guide)

martes, 18 de septiembre de 2007

The Verve - The Drugs Don't Work

Esta charla sobre volverse viejo / Está trayéndome abajo, querido / Como un gato en una bolsa, esperando ahogarse / Esta vez me estoy viniendo abajo. / Y espero que estés pensando en mí / Mientras yaces sobre tu costado / Las drogas ya no funcionan / Sólo te hacen peor / Pero sé que veré tu rostro una vez más.

Sé que atravieso una racha de derrotas / Porque pasé por mi antigua calle / Y si quieres mostrarte, simplemente házmelo saber / Y cantaré en tu oído una vez más / Las drogas ya no funcionan / Sólo te hacen peor / Pero sé que veré tu rostro una vez más.

(Traducción libre de la letra original de la canción.)

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Cuando escuché por primera vez esta canción, pensé que hacía alusión a la enorme carga de estupe-facientes que tanto Richard Ashcroft como el resto de los integrantes del grupo THE VERVE solían administrarse para lograr sus composiciones. Y ciertamente, para el año 1997 este extraordinario grupo inglés -formado en 1989 en el pequeño poblado de Wigan- se había disuelto tras una carrera notable, debido fundamentalmente a los problemas que las intoxicaciones por éxtasis hicieron surgir entre los integrantes. No obstante, tanto Richard Ashcroft (voz principal y líder de la banda) como Nick McCabe (guitarrista) fumaron la pipa de la paz y se reunieron para el que sería su tercer álbum de estudio.

El resultado fue uno de los álbumes fundamentales en la estructura del rock de fines de los '90s. Con un sonido océanico que mezclaba la visión exploratoria de la psicodelia de los años '60s con la atmósfera destellante de la estética del movimiento "shoegazer", el álbum URBAN HYMNS se erigiría como uno de los cuerpos más complejos y grandiosos de la historia del rock inglés moderno. El dolor crudo que Ashcroft supo imprimir a muchas de las pistas de este álbum se ve particularmente reflejado en la balada "The Drugs Don't Work", compuesta por Richard Ashcroft durante los días en que su padre fallecía a causa del cáncer, sumido en la impotencia de ver cómo la quimioterapia era inefectiva para salvarlo de la muerte.

P.D.: Querido Visitante, el enlace para bajar la canción está en el título de la entrada. Como la canción está guardada en un servidor de almacenamiento gratuito, sólo estará disponible por 60 días.

martes, 11 de septiembre de 2007

Emilíana Torrini - Summerbreeze

Era el tiempo en que una niña recogía atardeceres / Vestida de espuma con un cesto llenito de ayer / Al dar vuelta la esquina del meridiano / observaba absorto un pelícano de capa y bastón / de gabán raído y naftalinado / anclado en el pensamiento como semilla de sol / Las gaviotas trillaban los campos de rocío / con sus lomos curtidos de viento y sudor / y los chorlitos alborotados remecían el silencio / mientras pujaban en la bolsa del valor.

Un día la niña / entre los albores cobaltos y el mortecino resplandor / sintió los coletazos de su corazón / y sus pequeños pies fueron la carnada infantil / para los suspiros voladores de un pelícano iluso y feliz / como un Van Gogh en una subasta.


Pequeña vigía / a veces pienso que quisiera gritar / y soltar las amarras de tu nombre / Pero a veces no / y una vez más soy una gota en medio del azul / Las gaviotas de tu piel / trazan destellos de luna / y no, no he de huir / permaneceré en este espigón / en el cabo del olvido / y un día, alguno de estos días / encallarás finalmente la razón / que el único puerto donde los albatros de tus ojos encuentran el hogar / soy yo. ***

EMILIANA TORRINI posee la transparencia de Beth Orton y la pasión de Björk. Y es que como Björk, en las venas de Emiliana Torrini corre sangre islandesa -pero también italiana. Esta cantautora es una de las herederas de la corriente dejada por cantantes-compositoras de los 1990s en los Estados Unidos y el Reino Unido, conjugadas en el Lilith Fair de Sarah McLachlan. Emiliana Torrini salió a la luz pública en el año 2002, cuando el director Peter Jackson la escogió para interpretar el tema principal de la película "El Señor de los Anillos: Las Dos Torres", una canción desgarrada y lúgubre llamada "Gollum's Song". Sin embargo, Torrini ya tenía varios años en la carrera musical y su primer álbum había sido publicado en el 2000, con el nombre de LOVE IN THE TIME OF SCIENCE (Amor en los Tiempos de la Ciencia), en honor a una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Love in the Time of Science es un deleite luminoso de letras delicadas e imaginería instrumental extática. A su timbre vocal dramático, Emiliana Torrini le añade un susurro sutil en cada una de sus canciones. "Tuna Fish" y "Dead Things" son reflexiones profundas de dolor emocional y frustración social. En otras pistas, el álbum explora el núcleo creativo de esta artista, la cual sufre por una respuesta e implora por una explicación en cada canción. No obstante, Torrini no está completamente absorbida en estados de ánimo oscuros: es muy refrescante en "Unemployed in Summertime", una brisa marina de bucles de bajo de jazz y delicados arreglos de cuerdas. "Telepathy" es el cenit del álbum, plena de metales y percusión retumbantes que claman junto a una vibrante Torrini.

La pista de esta semana es parte de el álbum debut de Emiliana Torrini y se llama "Summerbreeze". La letra nos habla de una manera sutilmente imaginaria de una pequeña historia de amor no correspondido, de melancolía y de insistencia. Inevitablemente nos traslada a una pintura marina, fresca y espumosa, pero a la vez triste y tenue, como en el nadir del sol. Deja pues, querido visitante, que la voz de esta notable intérprete -que definitivamente sale de la norma- te lleve también, a donde tu recuerdo quiera ir.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Scrapbook for Darklight Angels


BIENVENIDO, VISITANTE


Esta es la primera página de muchas arrancadas que vendrán con el Viento del Sur. / Cuando un ser nace, no escribe su historia. / Cuando decide llegar a este mundo, el Observador arranca todas sus páginas / y las dispersa por el planeta / y el Señor del Viento agita su capa para alejarlas unas de las otras. / Pues verás, querido Visitante, / que la misión de cualquier ser sobre la faz de la Tierra / no es escribir su destino, / como un desnudo e indefenso brote de bosque, / es más bien recorrer todos los espacios / para volver a encontrar aquellas páginas perdidas / y conseguir recuperarlas una a una.

Cae la tarde, Visitante / y como sé que te quedarás por aquí un tiempo / sentémonos un rato al fogón / y déjame prepararte un café, / humeante como un volcán diminuto. / Sabes ya acaso que en este lugar / las cosas no son como parecen. / Pero pronto entenderás que hay cosas que existen iguales / en varios planos de la existencia. / Te hablaré sobre lo que hasta ahora he llegado a encontrar / tras mis múltiples travesías / desde la cornisa de mi ventana.

Eso sí, estimado huésped / nada en la vida es gratis. / Y como de mí llevarás algo cuando partas / deja también parte de ti a este viejo rumiador de ilusiones.